¿Cuándo citar al amigo veterinario?
Tu mascota no puede sentarse a hablarte de sus problemas, pero hay algunos signos que puedes notar para saber que algo lo está atormentando. En la siguiente lista están algunas de las muchas razones por las que debes recurrir a tu amigo veterinario sin dudarlo.
Vómito y diarrea: Puede suceder ocasionalmente, pero cuando persiste es momento de preocuparse, más si hay decaimiento y falta de apetito también. Es importante para el veterinario que lleves la cuenta de los vómitos y diarreas que sucedan, sus cantidades y características, pues ayudará en el diagnóstico y permitirá una fluidoterapia más óptima.
Un detalle alarmante es la presencia de sangre, ya sea roja y líquida como marrón y en pequeños coágulos; esto podría indicar parásitos, úlceras gástricas y hasta obstrucción gastrointestinal.
Orina: Conocemos a nuestro engreído al punto de saber cuántas veces querrán salir al parque a regar arbolitos o cuántas se ocupan en su caja de arena, por eso no será tan difícil notar cuando cambia la frecuencia, la cantidad, si hay incontinencia, el color e incluso si el animalito parece sufrir en el proceso. Estos detalles pueden ser parte de un sinfín de males, indicando problemas en la absorción de líquidos u obstrucción en las vías urinarias. Los gatos están más predispuestos a la acumulación de cristales en la vejiga y en los machos es fácil que se obstruya la uretra, pudiendo ocasionar la muerte. Orinar muchas veces (así como mucha sed) puede indicar diabetes.
Movimientos extraños y golpes: Si empieza a golpearse contra los muebles cuando camina o tiene tics raros que antes no estaban ahí (presionar la cabeza contra la pared, descontrol de alguna extremidad, falta de sensibilidad) podemos estar ante ceguera o problemas nerviosos. En ambos casos, cuanto antes se trate, la degeneración es menor, y hay más posibilidades de que pueda volver a ser el de antes.
Foto: Gabriela Farfán Linares
Tos y respiración: La tos por más de 24h no puede tomarse a la ligera ya que es signo de problemas cardiacos y respiratorios. También está la conocida tos de perrera que en adultos no es muy problemática, pero que en cachorros puede tornarse grave. Punto aparte, cualquier anomalía respiratoria (como sonidos) debe ser tomada con más preocupación en aquellos animales de poco hocico y caras achatadas.
Poco apetito y desánimo: No comer ni querer moverse pueden ser signos de dolor y malestar. Hay algunas ocasiones en las que nuestra mascota elige no comer una de sus porciones, pero si sucede por más de un día es preocupante, especialmente para los gatos que pueden desarrollar rápidamente hígado graso.
Picazón, enrojecimiento y pérdida de pelo: La dermatitis tiene varias causas. Desde ácaros, pulgas y hongos hasta alergias por productos químicos, superficies y comida, lo mejor es que un veterinario determine el origen para poder darse el tratamiento correcto.
Bultos: Entre el juego y las caricias se puede hacer una pequeña examinación física, pues notar pequeños abultamientos donde antes no los había puede salvar su vida.
Foto: Gabriela Farfán Linares
Dificultad de movimiento: A veces se relaciona con la vejez, pero no siempre es el caso. Displasia de cadera, enfermedades de disco como hernias, rupturas de ligamentos y artritis son algunas respuestas para las que existen tratamientos que mejorarán la calidad de vida de tu mascota, pudiendo incluso devolverle su movilidad habitual y, lo que más nos importa, la ausencia de dolor.
Mucha baba y mal aliento: Junto a la falta de apetito, puede significar que algún diente tiene que ser retirado. Es recomendable acostumbrar a tu mascota desde cachorro a dejarse limpiar la boca u ofrecerles alimento que se encargue de dicha limpieza ocasionalmente.
Secreciones extrañas: Ya sea en ojos, nariz, boca o genitales, encontrar sustancias verduscas o de mal olor revela infecciones que deben ser tratadas con medicamentos específicos indicados por el veterinario.
Foto: Gabriela Farfán Linares
Predisposición a enfermedades: Las razas de perros y gatos suelen tener enfermedades a las que genéticamente están predispuestas y se debe tomar especial consideración a sus signos. Incluso en animales mestizos se puede sospechar de algunas como la displasia de cadera en perros grandes, problemas respiratorios en los de hocico corto y problemas de piel en los más arrugados.
Otro tip importante es tomar fotos o videos de lo que ves para mostrárselo al médico, hay detalles que no todos pueden ver o explicar. No olvides que estas características son solo el inicio, tu veterinario te dirá cómo debes proceder de ahora en adelante.
Irma Oré
Estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Su más grande cariño perruno está lejos y aun no se hace la idea. Le gusta escribir antes de hablar, las buenas historias y la buena comida.
irma.ore.f@upch.pe